lunes, 10 de octubre de 2011

MERIDIANO 33


De ahí que el imaginario de Loyola Records repase las herencias de la modernidad occidental y las rutas históricas de colonización. Y si funcionan sus referencias continuadas a una weltanschauung sudaca disponiendo la mixtura entre historia del arte e industria cultural, es porque demuestra el impulso de regurgitar el azar de la diferencia y la alteridad. El mestizaje es prolífico pero también inestable porque es una mezcla cuyos significados varían. Tal cantidad de variables adquiere una autonomía imprevista porque cada nueva mezcla revela nuevas circulaciones que cohabitan y se penetran mutuamente. Aunque advierto, el arte chileno no satisface ni a aquellos que buscan algo inteligente ni a los que tengan ganas de ver cuestiones gamberras y livianas. De hecho, revisando los impulsos asociativos del montaje y el collage con citas, cameos y referencias directas a la cultura chilena lo que es puesto en escena son los encuentros y tropiezos, pasados y presentes, de un país proclive más a las expectativas que a las garantías.

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