martes, 25 de octubre de 2011

MERIDIANO 25


Es importante recordar que tengo formación de pintor y veo mis incursiones artísticas con la telefonía y las telecomunicaciones como formas destiladas de pintura. Aunque el período cuando pintaba se trate de una época relativamente corta en mi carrera artística. En realidad, me distancié de la pintura porque pintaba sin conocer directamente ninguno de sus paradigmas. Como siempre había pensado que la pintura es en esencia un lenguaje, el cambio no resultó tan radical, excepto por el problema del aura. Pienso que es también necesario recordar los factores que me motivaron a incursionar en la Internet. A mediados de los noventa era una manera de subvertir lo que en aquel tiempo parecía ser el mundo del arte local. En la red sentí una libertad no tan amenazada por el mundillo de la academia. Significó proseguir con una actividad completamente diferente a lo que mis colegas hacían mientras desvelaban los procesos operativos del poder burocrático y cultural como si estuvieran perdidos entre Londres y Nueva York.

No hay comentarios:

Publicar un comentario