domingo, 29 de mayo de 2011

DANZONES DE AYER Y HOY

Uno podría aplaudir su performance porque sostiene en su disgusto el trato que recibió de sus enemigos y la ineficacia de sus aliados. Su obra fue un ruidoso choque de sonidos, cultura y estética. Es un eructo que nos orilla a una disyuntiva: ¿entendemos o no sus votos para hacer un partido de uno? Los exégetas y críticos le agregaron otra personificación más: la de patrono de los exiliados. La actitud del Dante tuvo algo de salvaje y aterrador, más amenazante que obsceno. Fue expulsado de por vida de Florencia. Nunca pensó que iba durar toda la vida, pero al mismo tiempo tampoco imaginó que iba a terminar. Murió en exilio eterno. Y de paso, por una malaria contraída en Venecia. Cinco centurias más tarde, el infame Alighieri volvió a asomarse por casa. Su leyenda había dejado nerviosos a todos los florentinos, quienes le construyeron una tumba. Vacía. Su cuerpo descansa en Rávena. A menudo intento examinar las razones por las que hacemos lo que hacemos. Terminas estrellándote en Florencia. Umbilicalmente, ahí, donde se inventó la perspectiva. Donde comienzas a actuar como un lobo que prueba la sangre o algo por el estilo.

El Bochincho de Jayme Caetano Braum

El payador de las Missiones, en este causo envuelto en tremedas aventuras!!!


A um bochincho - certa feita,
Fui chegando - de curioso,
Que o vicio - é que nem sarnoso,
nunca pára - nem se ajeita.
Baile de gente direita
Vi, de pronto, que não era,
Na noite de primavera
Gaguejava a voz dum tango
E eu sou louco por fandango
Que nem pinto por quireral.
Atei meu zaino - longito,
Num galho de guamirim,
Desde guri fui assim,
Não brinco nem facilito.
Em bruxas não acredito
'Pero - que las, las hay',
Sou da costa do Uruguai,
Meu velho pago querido
E por andar desprevenido
Há tanto guri sem pai.
No rancho de santa-fé,
De pau-a-pique barreado,
Num trancão de convidado
Me entreverei no banzé.
Chinaredo à bola-pé,
No ambiente fumacento,
Um candieiro, bem no centro,
Num lusco-fusco de aurora,
Pra quem chegava de fora
Pouco enxergava ali dentro!
Dei de mão numa tiangaça
Que me cruzou no costado
E já sai entreverado
Entre a poeira e a fumaça,
Oigalé china lindaça,
Morena de toda a crina,
Dessas da venta brasina,
Com cheiro de lechiguana
Que quando ergue uma pestana
Até a noite se ilumina.
Misto de diaba e de santa,
Com ares de quem é dona
E um gosto de temporona
Que traz água na garganta.
Eu me grudei na percanta
O mesmo que um carrapato
E o gaiteiro era um mulato
Que até dormindo tocava
E a gaita choramingava
Como namoro de gato!
A gaita velha gemia,
Ás vezes quase parava,
De repente se acordava
E num vanerão se perdia
E eu - contra a pele macia
Daquele corpo moreno,
Sentia o mundo pequeno,
Bombeando cheio de enlevo
Dois olhos - flores de trevo
Com respingos de sereno!
Mas o que é bom se termina
- Cumpriu-se o velho ditado,
Eu que dançava, embalado,
Nos braços doces da china
Escutei - de relancina,
Uma espécie de relincho,
Era o dono do bochincho,
Meio oitavado num canto,
Que me olhava - com espanto,
Mais sério do que um capincho!
E foi ele que se veio,
Pois era dele a pinguancha,
Bufando e abrindo cancha
Como dono de rodeio.
Quis me partir pelo meio
Num talonaço de adaga
Que - se me pega - me estraga,
Chegou levantar um cisco,
Mas não é a toa - chomisco!
Que sou de São Luiz Gonzaga!
Meio na volta do braço
Consegui tirar o talho
E quase que me atrapalho
Porque havia pouco espaço,
Mas senti o calor do aço
E o calor do aço arde,
Me levantei - sem alarde,
Por causa do desaforo
E soltei meu marca touro
Num medonho buenas-tarde!
Tenho visto coisa feia,
Tenho visto judiaria,
Mas ainda hoje me arrepia
Lembrar aquela peleia,
Talvez quem ouça - não creia,
Mas vi brotar no pescoço,
Do índio do berro grosso
Como uma cinta vermelha
E desde o beiço até a orelha
Ficou relampeando o osso!
O índio era um índio touro,
Mas até touro se ajoelha,
Cortado do beiço a orelha
Amontoou-se como um couro
E aquilo foi um estouro,
Daqueles que dava medo,
Espantou-se o chinaredo
E amigos - foi uma zoada,
Parecia até uma eguada
Disparando num varzedo!
Não há quem pinte o retrato
Dum bochincho - quando estoura,
Tinidos de adaga - espora
E gritos de desacato.
Berros de quarenta e quatro
De cada canto da sala
E a velha gaita baguala
Num vanerão pacholento,
Fazendo acompanhamento
Do turumbamba de bala!
É china que se escabela,
Redemoinhando na porta
E chiru da guampa torta
Que vem direito à janela,
Gritando - de toda guela,
Num berreiro alucinante,
Índio que não se garante,
Vendo sangue - se apavora
E se manda - campo fora,
Levando tudo por diante!
Sou crente na divindade,
Morro quando Deus quiser,
Mas amigos - se eu disser,
Até periga a verdade,
Naquela barbaridade,
De chínaredo fugindo,
De grito e bala zunindo,
O gaiteiro - alheio a tudo,
Tocava um xote clinudo,
Já quase meio dormindo!
E a coisa ia indo assim,
Balanceei a situação,
- Já quase sem munição,
Todos atirando em mim.
Qual ia ser o meu fim,
Me dei conta - de repente,
Não vou ficar pra semente,
Mas gosto de andar no mundo,
Me esperavam na do fundo,
Saí na Porta da frente...
E dali ganhei o mato,
Abaixo de tiroteio
E inda escutava o floreio
Da cordeona do mulato
E, pra encurtar o relato,
Me bandeei pra o outro lado,
Cruzei o Uruguai, a nado,
Que o meu zaino era um capincho
E a história desse bochincho
Faz parte do meu passado!
E a china - essa pergunta me é feita
A cada vez que declamo
É uma coisa que reclamo
Porque não acho direita
Considero uma desfeita
Que compreender não consigo,
Eu, no medonho perigo
Duma situação brasina
Todos perguntam da china
E ninguém se importa comigo!
E a china - eu nunca mais vi
No meu gauderiar andejo,
Somente em sonhos a vejo
Em bárbaro frenesi.
Talvez ande - por aí,
No rodeio das alçadas,
Ou - talvez - nas madrugadas,
Seja uma estrela chirua
Dessas - que se banha nua
No espelho das aguadas!

jueves, 26 de mayo de 2011

desde Venecia con amor y con un calor de mil diablos. Estoy montando el Pabellon de Chile junto al del Instituto Italo-Latinoamericano. Videos y musica, buen rollo. Lo malo es que si pisas la calle te da una lipotimia seguro. Para todos los que piensen en venir, aunque sea en un viaje iamginario, no pueden dejar de traer proteccion ozono y gorra blanca. Paraguas recomendado o, mejor, no venir y hacer un poco de navegacion en la red.

miércoles, 25 de mayo de 2011

SOBRE BLAKE, BATAILLE Y SANCHEZ BLANCO


PAUL ROSERO CONTRERAS, PRESENTE!

EL HOMBRE QUE SE COMIÓ UN AUTOBÚS

BAJO LAS FORMAS ALEATORIAS


Todo nos lleva a creer que, esencialmente, lo sagrado de los sacrificios primitivos es análogo a lo divino de las religiones actuales.

Dije hace un rato que hablaría de erotismo sagrado; me hubiera hecho entender mejor si hubiese hablado ya de entrada de erotismo divino. El amor de Dios es una idea más familiar y menos desconcertante que el amor de un elemento sagrado. No lo he hecho, repito, porque el erotismo cuyo objeto se sitúa más allá de lo real inmediato está lejos de ser reducible al amor de Dios. He preferido ser poco inteligible antes que inexacto.

En esencia, lo divino es idéntico a lo sagrado, con la reserva de la relativa discontinuidad de la persona de Dios. Dios es un ser compuesto que tiene, en el plano de la afectividad, incluso de manera fundamental, la continuidad del ser de la que hablo.

La representación de Dios no está por ello menos vinculada, tanto en la teología bíblica como en la teología racional, a un ser personal, a un creador que se distingue del conjunto de lo que es. De la continuidad del ser, me limito a decir que, en mi opinión, no es conocible, aunque, bajo formas aleatorias, siempre en parte discutibles, de ella nos es dada una experiencia. En mi opinión, sólo la experiencia negativa es digna de atención, pero esa experiencia es rica. Jamás deberíamos olvidar que la teología positiva siempre va acompañada de una teología negativa, que halla su fundamento en la experiencia mística.

Del libro EL EROTISMO, Georges Bataille

martes, 24 de mayo de 2011

Arturo, me acabo de topar con este otro sitio
http://www.emergencyrooms.org/venicebiennale2011/
te lo comparto a propósito de tu invitación para el 4 de junio,

saludos

P.

TRIPLE CALOR BLAKE

A la estrella nocturna

¡Tú, ángel rubio de la noche,
ahora, mientras el sol descansa en las montañas, enciende
tu brillante tea de amor! ¡Ponte la radiante corona
y sonríe a nuestro lecho nocturno!
Sonríe a nuestros amores y, mientras corres los
azules cortinajes del cielo, siembra tu rocío plateado
sobre todas las flores que cierran sus dulces ojos
al oportuno sueño. Que tu viento occidental duerma en
el lago. Di el silencio con el fulgor de tus ojos
y lava el polvo con plata. Presto, prestísimo,
te retiras; y entonces ladra, rabioso, por doquier el lobo
y el león echa fuego por los ojos en la oscura selva.
La lana de nuestras majadas se cubre con
tu sacro rocío; protégelas con tu favor.

domingo, 22 de mayo de 2011

EL POEMA SE DEMORA O PORFÍA EN ESPERA

LO SÉ, HAY OTROS CAMINOS, MÁS CORTOS

"la vasta alucinación eso es todo cuanto hay ahí y tú formas parte de ello" (William Gaddis).
recordemos la marca de fuego en la frente del verdugo que es un estigma social que declara su dimensión infame. "¿Quién puede asegurar si la capucha negra con la que tradicionalmente oculta sus facciones tiene la sola función de protegerlas frente a una posible venganza por parte de los deudos del ejecutado y no también la de abstraerlas de algún modo de su condición de infame?" (Rafael Sánchez Ferlosio). La infamia del verdugo se erige en la aporía y en el testigo de cargo capital contra la noción misma de "deontología". Se trata de un caso límite pero también de una marca no conviene, valga la paradoja, perder de vista.
"Bast arranca con mucha confianza en sus posibilidades... la confianza de la juventud. Va escribiendo una gran ópera. Y poco a poco, si se da usted cuenta... sus ambiciones merman. La gran ópera pasa a ser una cantata en la que hay una parte orquestal y una parte vocal. Luego es una pieza para orquesta, luego es una pieza para pequeña orquesta, y al final se limita a escribir una pieza para violonchelo, es decir, para él mismo, para una pequeña voz que trata de rescatarlo todo y que dice... "sí, todavía queda esperanza"" (William Gaddis).

SANGRE DE LA TIERRA


ME HA GUSTADO ESTE POST DE DOMINGO SANCHEZ ZARZA. Me encomiendo al hermano del canciller Rollin de Francia, que está enterrado en Beaune, donde vivió y bebió y recordaba noventa y nueve vinos diferentes, sin equivocarse ni cuando estaba beodo. Dicen que en los últimos años de su vida, si apretaba la lengua con los dientes, aunque hiciese un mes que no bebía ni gota, aquélla rezumaba vino borgoñón, los famosos vinos del Hospicio, que le caía en dos hilos por el mentón…

Y no vacilo en encomendarme a los grandes catadores de sidra y cerveza, porque si hubiera habido en sus reinos vino, la cálida y fastuosa sangre de la tierra, hubieran sido los príncipes de los catadores. Me encomiendo, pues, a Nagh ta Piuch, el gaélico, que distinguía las diecisiete sidras de Irlanda. Un rey de Tara, distraído, metió su mano derecha, adornada con grandes anillos, en una jarra de sidra. Vino Nagh y traía sed y bebió un largo trago de ella.

-Sabe a oro-, dijo paladeando.

Y los anillos reales sólo habían estado un instante en la espuma…

Y finalmente me encomiendo a Walter von Kutzue, delicado cantor y perpetuo borracho de cerveza, porque tenía el don, cuando la cerveza lo habitaba, de oír en su corazón las calandrias de agosto que se habían posado en los varales del lúpulo. Y si no había habido calandrias en aquel lugar, lo conocía y no bebía de aquella cerveza. Seguía a otra posada con su sed y con su laúd

miércoles, 18 de mayo de 2011

12:49


El diario español El Mundo criticó el uso de las bombas lacrimógenas usadas por la policía chilena, denunciando su fabricación exclusiva para el país y cómo estos cócteles disuasivos están prohibidos en la mayoría de los países del mundo. Andrei Tchernitchin, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, señaló que es probable que los fabricantes de estos tóxicos y químicos tengan estudios científicos, pero no dan a conocer los detalles. La polémica, más que necesaria, me remite al paisajismo de los pintores viajeros. En particular, en el cómo estos nómades de las beaux arts pintaban nuestros avatares hundiéndolos en el devenir de la flora y fauna de la región. En un giro complementario al forzamiento medioambientalista que propongo, sitúo como imperdibles los cuadros de historia pintados “de memoria” por Monvoisin en su retorno al Viejo Mundo, recreando la crónica roja de su estadía por acá. Los enredos de la contigencia mediante los empastes y la cromaticidad de estos artistas desvelan nuestra condición de continente subdesarrollado. Así lo veo. Y creo que lo consiguen con mayor eficacia que las morfologías que propusieron. Son gestos formales, indudablemente, pero venidos a menos porque la falta de mejoras en la salud, la educación, la seguridad, la previsión social son y siguen siendo parte de nuestro paisaje. Para quien crece expuesto a todo esto sumado a la actualización de los gases lacrimógenos y la polución, esto no es un problema. Es lo habitual. Cuando niño, la primera vez que ví la ciudad flotante de Bespin, su contaminado entorno era como estar en casa durante la primavera. Ahora que está tan de moda el control tecnológico de movimientos corporales y las experiencias sensoriales, auguro lo exótico que resultará la interactividad con olor a basural, residuos industriales y plaguicidas. Y obviamente, con los matices del monóxido de carbono, el dióxido de azufre, el óxido nítrico y los hidrocarburos. Un diorama enchulado del tercer mundo.

NIÚS ON MARCH

lunes, 16 de mayo de 2011

UN POST EN CONSTANTE PROGRESS


La Bienal de Venecia es algo así como un trending topic del arte. Un acontecimiento pensado para tantear y pesar los hypes de la gente del arte. La palabra bienal, por su parte, es un hashtag de rigor del nunca siempre bien ponderado circuito. A propósito de la de Venecia, Ángel Antonio Rodríguez indica una interesante contradicción: a los artistas no suele gustarle esta bienal pero ninguno renuncia a participar en ella, observando lo sorprendente de la “adecuada inadecuación” de los díscolos invitados. Bueno, apunten, broders: el 4 de junio, inauguramos la Bienal de Venecia en el exilio. Algo así como el sistema de espionaje y operaciones clandestinas de los norteamericanos tras el once del nueve. Una muestra fuera de control. Paul Rosero Contreras nos revela, al respecto, uno de esos imperdibles de media cancha: la Bienal de Venecia de Bogotá, cuyo delicado encanto proviene de una gestión del grupo Matracas desde el popular barrio del distrito capital. Propongo como imagen corporativa de la bienal en el exilio una de Domingo portando elocuentemente su bata de boxeador charrúa. No es una en modalidad de marcha atlética pero es un buen atisbo del juego de piernas de la meridiana hiperlocalidad con los pabellones de la pantanosa serenissima.