jueves, 21 de abril de 2011

LOS OBSCENOS CASOS DEL PUEBLO ABANDONADO




Pongamos por ejemplo las constantes referencias a Mr Clay como "creador", omnipotente", sin olvidar que su nombre en inglés significa "arcilla", y a quien, según cuenta la leyenda, nadie podía mirar a los ojos. Fijémonos en su empleado, al que se le atribuyen algunas curiosas características, como por ejemplo un exhaustivo conocimiento de los caballos heredado de un antepasado. Este empleado, Elishama, es definido por uno de los personajes como "el judío errante", y durante un tiempo cumple un papel que parece una parodia de Sheherezade. Elishama desencadena esta postrera obsesión de su superior cuando, al preguntarle éste si conoce otro tipo de libros, "libros que no trataban de compras y ventas, sino de otras cosas, que alguien hubiera puesto por escrito y otra gente leyera", Elishama le muestra un papel que había guardado toda su vida en una cajita roja. Este papel le había sido entregado en su infancia por un hombre muy viejo, que lo había sacado de Polonia en su huida del pogromo, y al que habían enterrado deprisa y corriendo al lado del camino. Cuando el niño aprendió a leer se dio cuenta de que las letras de ese papel amarillento no eran las que él conocía: era hebreo, y el texto, un fragmento de las profecías de Isaías. ¿Las qué? Sorprendido por la ocupación principal de los profetas, profetizar acontecimientos que nunca ocurren, Mr Clay decide que, a diferencia de ese incompetente de Isaías, él sí va a hacer realidad una historia leyenda profecía, en un acto que para don Arcilla será un acto de expiación, mientras que para Virginie, que deja su dignidad a un lado para, a cambio de 300 guineas, volver a la casa de su infancia, significa la posibilidad de tomar cumplida venganza del hombre que arruinó a su padre.

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