el retorno a chile fue tan arduo como si las millas fueran hacia el viejo mundo. los once días intensos en la onceava bienal de cuenca empiezan su etapa de rendereo. mañana, retorno a la academia y presentaré los libros de domingo. pienso en marlon, jorge, ricardo, paco y lola. también en el team de jair: una gran revelación. del mismo modo, a todos en el dominica del rosario. ¿en qué andarán patricio, carlos y cristobal? confieso que extrañaba la piscina, mis baños de tina y el ancho de banda aunque todavía el cuy del último día me tiene algo pesado el cuerpo. apenas me senté en el avión la televisión se apagó. desperté cuando la aeromoza me pidió volver a mi asiento porque empezaríamos a aterrizar. por suerte, mi fila estaba desocupada y me pude tirar a dormir como si fuera un catre de campaña. algo así fue el periplo en cuenca. dispongo los libros de domingo en un mueble y los observo. la maleta está dispersa en el estar. hablo con mi familia, intento hilar coherentemente todo lo intensamente vivido mientras reparto los recuerdos traídos desde ecuador. miro de reojo la televisión y corroboro que el estado de las cosas sigue igual que siempre, a pesar de la renuncia de berlusconi y el corte de agua en no se cuantos sectores de la capital. once del once del once, menuda fórmula, fernando!
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