bueno, deben ser algo así como las 21 horas en cuenca. lo prometido es deuda. hace una semana dije que a esta hora estarían en línea los primeros tres cortes del disco en línea "der meridien".
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el ejemplar que tengo de "meridiano" de celan me fue regalado durante el cumpleaños del filósofo pablo oyarzún, su traductor. fue el último de sus cumpleaños que asistí. nada personal. era consecuencia de una decisión tomada tres cumpleaños atrás cuando me propuse que el obsequio entregado acarreara una pregunta de sentido. El primero de ellos fue un libro de anticuario sobre filosofía, utilizado en las aulas chilenas del siglo diecinueve con la consabida particularidad de consignar la ausencia de filósofos considerados actualmente paradigmáticos. al año siguiente, le regalé un libro con hojas en blanco con el título "obra invisible" en letras doradas sobre el lomo, encuadernado en los talleres de restauración de la biblioteca central de la universidad de chile, bajo las estrictas normas editoriales del siglo diecinueve (sello de agua incluído). el último obsequio consistió en comprar un libro del mismo pablo, sellado en librería con el típico plástico transparente que impide su lectura salvo pago. ese tercer cumpleaños, ambos nos reímos mucho cuando con entusiasmo abrió el regalo sorprendiéndose que lo empaquetado fuera uno de aquellos libros que por montones dispone en su casa. pero "ninguno sellado", me apuré en precisar antes de explicar que había llegado al "grado cero cumpleañero". fue aquel día cuando recibí de regalo su traducción de "meridiano". una edición algo inquietante,de 1997. el año que vino bruce dickinson a chile.
después de ese cumpleaños, nos embarcamos en un buen número de utopías artísticas como la documentada en la imagen que posteo, donde pablo aparece declamando su traducción del célebre discurso de celan, durante una sesión de grabación para la obra que ahora empiezo a postear en el marco de la onceava bienal de cuenca, ecuador. cuando fernando castro flórez me advirtió de celan en el cuenca andino, "ese" celan, el de meridiano, miré de reojo el ejemplar de oyarzún, a mal traer de tanto hojear, apretado entre las obras completas de huidobro y mi colección de historietas de la época de la unidad popular (la chiva, la firme y las quimantú). todas igual de manoseadas. el asunto es que entonces me demoré en contestar a fernando. y no tanto porque me quede pegado con un reality show donde catorce artistas deben superar pruebas semana a semana para conseguir cien mil verdes y una exhibición en el brooklyn museum. no, nada de eso. sabemos lo que celan se traia entre manos con aquella conferencia de 1960. y cómo cuanto cénit y nadir conocido entra en incertidumbre, cuando el celan aquel es invocado. más aún si es desde los macizos andinos. seguramente. una relectura que, bajo la confianza del preguntarnos constantemente por el sentido del arte, no puede eludir la invitación de fernando. desde las coordenadas 33°26'16''S 70°39'01''O.
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el ejemplar que tengo de "meridiano" de celan me fue regalado durante el cumpleaños del filósofo pablo oyarzún, su traductor. fue el último de sus cumpleaños que asistí. nada personal. era consecuencia de una decisión tomada tres cumpleaños atrás cuando me propuse que el obsequio entregado acarreara una pregunta de sentido. El primero de ellos fue un libro de anticuario sobre filosofía, utilizado en las aulas chilenas del siglo diecinueve con la consabida particularidad de consignar la ausencia de filósofos considerados actualmente paradigmáticos. al año siguiente, le regalé un libro con hojas en blanco con el título "obra invisible" en letras doradas sobre el lomo, encuadernado en los talleres de restauración de la biblioteca central de la universidad de chile, bajo las estrictas normas editoriales del siglo diecinueve (sello de agua incluído). el último obsequio consistió en comprar un libro del mismo pablo, sellado en librería con el típico plástico transparente que impide su lectura salvo pago. ese tercer cumpleaños, ambos nos reímos mucho cuando con entusiasmo abrió el regalo sorprendiéndose que lo empaquetado fuera uno de aquellos libros que por montones dispone en su casa. pero "ninguno sellado", me apuré en precisar antes de explicar que había llegado al "grado cero cumpleañero". fue aquel día cuando recibí de regalo su traducción de "meridiano". una edición algo inquietante,de 1997. el año que vino bruce dickinson a chile.
después de ese cumpleaños, nos embarcamos en un buen número de utopías artísticas como la documentada en la imagen que posteo, donde pablo aparece declamando su traducción del célebre discurso de celan, durante una sesión de grabación para la obra que ahora empiezo a postear en el marco de la onceava bienal de cuenca, ecuador. cuando fernando castro flórez me advirtió de celan en el cuenca andino, "ese" celan, el de meridiano, miré de reojo el ejemplar de oyarzún, a mal traer de tanto hojear, apretado entre las obras completas de huidobro y mi colección de historietas de la época de la unidad popular (la chiva, la firme y las quimantú). todas igual de manoseadas. el asunto es que entonces me demoré en contestar a fernando. y no tanto porque me quede pegado con un reality show donde catorce artistas deben superar pruebas semana a semana para conseguir cien mil verdes y una exhibición en el brooklyn museum. no, nada de eso. sabemos lo que celan se traia entre manos con aquella conferencia de 1960. y cómo cuanto cénit y nadir conocido entra en incertidumbre, cuando el celan aquel es invocado. más aún si es desde los macizos andinos. seguramente. una relectura que, bajo la confianza del preguntarnos constantemente por el sentido del arte, no puede eludir la invitación de fernando. desde las coordenadas 33°26'16''S 70°39'01''O.
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