DONDE SE BUSCA EL ESMERO Y EL SIBARITISMO SE DIJO DE ELLOS VICIOSOS Pero también somos bastardos sociales por nuestras vidas sexuales. Veamos: el celibato de Kant, el sadomasoquismo de Foucault, el fetichismo de Derrida, el enigma de Nietzsche (lo prostibular), el homosexualismo de Wittgenstein, el onanismo de Diógenes, la misoginia de Schopenhauer, el hedonismo de Epicuro. Son sólo algunas muestras.
Brummell teorizó con sus prácticas. Junto con Baudelaire y Wilde fue el dandy mayor, el precursor, así como Baudelaire fue el teórico y Wilde el tardío. Tal vez haya sido el primer y único modelo “inteligente”. Contrariamente, el dandy prototípico (Brummell fue su gestor) no era rico ni libertino. El dandy no tiene la burda ostentación del rico ni la bestialidad incontenible del libertino sadiano. Suple o prefiere la riqueza con delicadez y distinción; reemplaza el libertinaje procaz con erotismo fugaz y concreto pero, a la vez, con sublimes y lánguidas diosas del amor que lo sirven con dulzura sensual y carácter explícito en dosis similares.
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